Diseñador: Gonn y Maribel
Editado por: Projects on fire S.L.
Jugadores: 2
Edad: +15
Tiempo: 45'
Dependencia idiomática: Sí.
Fundas: No.
Precio aproximado: 13€
Dónde comprarlo: Tienda Smart-games Smart-games en Zacatrus
Fundas: No.
Precio aproximado: 13€
Dónde comprarlo: Tienda Smart-games Smart-games en Zacatrus
Convierte el momento de dar un regalo en una aventura inolvidable e irrepetible, organiza una búsqueda del tesoro en tu propia casa gracias a Smart-games. Saborea la oportunidad de darle ese obsequio que con tanta ilusión has escondido, disfruta viendo cómo desentraña el misterio hasta descubrir la sorpresa final.
Nosotros hemos probado el Pack Home: InLove I de Smart-games el cual está diseñado para evaluar el grado de feeling entre los enamorados. Recorreréis vuestra casa, resolveréis los acertijos, superaréis las pruebas y todo para encontrar el premio que hay al final de toda aventura. Habrá, por lo tanto, dos implicados en este chance: quien ofrece el regalo y quien lo recibe. Será recomendable disfrutar de esta búsqueda con cierta intimidad para desplegar toda vuestra imaginación y romanticismo sin sentiros cohibidos.
En Smart-games hay dos papeles asimétricos: uno será el encargado de organizarlo que sabrá donde están todas las respuestas y en contraposición, la persona que va a desentrañar el misterio y recibirá el regalo. El organizador deberá ocultar una serie de tarjetas en distintas ubicaciones que vienen enumeradas en las reglas. Así como, preparar otros elementos que serán requeridos durante el transcurso del juego, no os preocupéis, cada punto viene claramente detallado en las instrucciones y en las tarjetas. Cuando todo esté listo, dará la primera al jugador, que irá encontrando las siguientes tras resolver cada pista. Durante las pruebas, el organizador se convierte en colaborador y observará desde cerca los pasos de su pareja, también podrá dar algunas pistas si la ve muy perdida. En algunas, se requerirá la participación de ambos, el colaborador dará la solución de una manera críptica y la otra persona tendrá que adivinar la respuesta para seguir adelante. Tras superar diez pruebas hallaréis la Tarjeta de felicitación y, en caso de haberlo, el correspondiente regalo.
Lo mejor de Smart-games es la originalidad de las pruebas. En general, las pistas están muy bien pensadas, nos parecieron especialmente divertidas las que son algo más picantes. El problema, es que la mayoría son muy generales y se refieren a objetos o lugares presentes en cualquier casa, sólo unas pocas tratan de generar algo de romanticismo aunque sea a un nivel superficial. Éstas últimas, fueron las que más nos gustaron porque exigían algo más de interacción entre los participantes. Entiendo que la necesidad de que lo pueda jugar cualquiera los obliga a pluralizar cada tarjeta pero sabiendo que su público objetivo son parejas deberían haberse enfocado en pruebas más interactivas que extraigan la complicidad. Esa impersonalización, sin embargo, no resultará problemática en otros packs cuyo propósito será demostrar vuestro ingenio.
Otro de sus puntos fuertes es la facilidad para montarlo todo sin mucho esfuerzo, si alguna vez habéis intentado crear vuestra propia búsqueda del tesoro sabréis que es bastante complicado y no todo el mundo es capaz de llevarlas a cabo pues requiere de una gran dedicación e imaginación. Esto no ocurrirá con Smart-games gracias a las instrucciones y a los componentes ya preparados en la caja.
La base de Smart-games son las tarjetas, se incluyen diez de ellas y una extra de felicitación. En una cara está el número de la prueba, su ubicación y el logo para que resulte llamativa y no se confunda con el entorno. En la otra cara viene la pista para encontrar la siguiente prueba, éstas consisten en un pequeño texto acompañado de un dibujo o un espacio donde apuntar y pegar las letras o sílabas que encontremos. Para las pruebas, se necesitarán varios componentes incluidos en la caja, así como otros elementos que tendrás que preparar cerca de la localización donde te los vayan a requerir, entre ellos el más importante será un bolígrafo y el más gracioso tu ropa interior.
En cuanto a la duración de Smart-games tenemos que diferenciar dos partes: la primera se refiere a la preparación de las pruebas, requerirá aproximadamente algo más de una hora y será llevada a cabo por el organizador. La segunda parte consiste en la resolución de las pistas y el hallazgo del regalo, dependiendo de la habilidad de quien lo resuelva y la ayuda que se le brinde se podrá alargar o acortar un poco. Nosotros acabamos la búsqueda en unos 45 minutos que es lo estimado en la caja. Parece que no tuvieron en cuenta la hora de preparación cuando calcularon el tiempo.
El precio ronda los 13€ en la tienda oficial de Smart-games y nos ha parecido algo excesivo teniendo en cuenta que la caja es pequeña y el contenido es ajustado. Poder usarlo sólo una vez hace que te plantees su amortización. En su favor diremos que cumple sus objetivos con holgura. Pagaremos la profesionalidad y la imaginación necesarias para llevar a cabo esta idea y de las que probablemente no dispongamos. Así como, el tiempo y los inconvenientes que nos ahorramos al organizar un evento de este tipo.
Las tarjetas vienen pensadas para colocarles pegatinas, garabatear las claves encontradas y exponerlas a situaciones precarias que podrían dañar los componentes. En nuestro caso, teníamos claro que íbamos a jugarlo una vez, pero al 100% y así disfrutarlo al máximo sin preocupaciones. Se podría rehusar si gastáis el suficiente cuidado pero, ¿merece la pena?
Su mayor valor es que permanecerá grabado en la retina más tiempo por ser irrepetible.
Para obsequiar a la editora jefe del blog (mi pareja) por su incalculable ayuda y apoyo se me ocurrió montar este Smart-games. Busqué el momento perfecto, le había comprado un libro que sabía le haría mucha ilusión y como no era ninguna fecha señalada no se lo esperaría. Escondí las tarjetas por toda la casa según dictaban las instrucciones y preparé los distintos materiales para cuando me los solicitara. Estaba nervioso porque no sabía si saldría bien pero también emocionado por ver su cara cuando descubriera lo que había esperando.
Cuando llegó a casa, le entregué la primera pista, ella altamente sorprendida, comenzó a desentrañar las pruebas una a una. Yo me convertí en observador y la seguía donde fuera para ayudarla si lo necesitaba. Al principio, estuvo desorientada porque no quedaba claro lo que tenía que buscar: pegatinas, tarjetas u otra cosa. La confusión de las primeras tarjetas hizo que se empañara un poco el comienzo. Afortunadamente, más adelante cogió ritmo y no tuve que ayudarla mucho. El pack es nivel fácil, pero algunas pruebas eran complicadas (detalles como desordenar las letras pueden despistar bastante), también dependerá de la dificultad que el coordinador le ponga. Por suerte, las que requerían de nuestra interacción eran más fluidas y divertidas. Cuando las resolvió todas, llegó a la tarjeta de felicitación dónde constaba la ubicación de su regalo. Se cumplieron sobradamente mis expectativas y ambos lo pasamos en grande, lo más difícil fue aguantar las ganas de darle antes el regalo o demasiadas pistas. Una experiencia divertida que endulzó esa ocasión y convirtió mi regalo en una aventura.
A continuación os dejamos el vídeo con motivo de ilustrar nuestra experiencia:
Las sensaciones que deja Smart-games son muy buenas pues utiliza la emoción de dar un regalo, los nervios para que todo salga bien y la ilusión tan dulce de ver cómo te vas acercando poco a poco a la sorpresa final. Sin embargo, puede quedarse corto si quieres desplegar todo tu romanticismo ya que las tarjetas se limitan a remitirte a lugares corrientes sin más. El precio que tiene y los materiales son mejorables, además debemos recordar que sólo tendrá un uso. Por todo ello y recordando con cariño nuestra experiencia voy a darle en consenso con mi editora una puntuación de:
Nosotros hemos probado el Pack Home: InLove I de Smart-games el cual está diseñado para evaluar el grado de feeling entre los enamorados. Recorreréis vuestra casa, resolveréis los acertijos, superaréis las pruebas y todo para encontrar el premio que hay al final de toda aventura. Habrá, por lo tanto, dos implicados en este chance: quien ofrece el regalo y quien lo recibe. Será recomendable disfrutar de esta búsqueda con cierta intimidad para desplegar toda vuestra imaginación y romanticismo sin sentiros cohibidos.
En Smart-games hay dos papeles asimétricos: uno será el encargado de organizarlo que sabrá donde están todas las respuestas y en contraposición, la persona que va a desentrañar el misterio y recibirá el regalo. El organizador deberá ocultar una serie de tarjetas en distintas ubicaciones que vienen enumeradas en las reglas. Así como, preparar otros elementos que serán requeridos durante el transcurso del juego, no os preocupéis, cada punto viene claramente detallado en las instrucciones y en las tarjetas. Cuando todo esté listo, dará la primera al jugador, que irá encontrando las siguientes tras resolver cada pista. Durante las pruebas, el organizador se convierte en colaborador y observará desde cerca los pasos de su pareja, también podrá dar algunas pistas si la ve muy perdida. En algunas, se requerirá la participación de ambos, el colaborador dará la solución de una manera críptica y la otra persona tendrá que adivinar la respuesta para seguir adelante. Tras superar diez pruebas hallaréis la Tarjeta de felicitación y, en caso de haberlo, el correspondiente regalo.
Lo mejor de Smart-games es la originalidad de las pruebas. En general, las pistas están muy bien pensadas, nos parecieron especialmente divertidas las que son algo más picantes. El problema, es que la mayoría son muy generales y se refieren a objetos o lugares presentes en cualquier casa, sólo unas pocas tratan de generar algo de romanticismo aunque sea a un nivel superficial. Éstas últimas, fueron las que más nos gustaron porque exigían algo más de interacción entre los participantes. Entiendo que la necesidad de que lo pueda jugar cualquiera los obliga a pluralizar cada tarjeta pero sabiendo que su público objetivo son parejas deberían haberse enfocado en pruebas más interactivas que extraigan la complicidad. Esa impersonalización, sin embargo, no resultará problemática en otros packs cuyo propósito será demostrar vuestro ingenio.
Otro de sus puntos fuertes es la facilidad para montarlo todo sin mucho esfuerzo, si alguna vez habéis intentado crear vuestra propia búsqueda del tesoro sabréis que es bastante complicado y no todo el mundo es capaz de llevarlas a cabo pues requiere de una gran dedicación e imaginación. Esto no ocurrirá con Smart-games gracias a las instrucciones y a los componentes ya preparados en la caja.
La base de Smart-games son las tarjetas, se incluyen diez de ellas y una extra de felicitación. En una cara está el número de la prueba, su ubicación y el logo para que resulte llamativa y no se confunda con el entorno. En la otra cara viene la pista para encontrar la siguiente prueba, éstas consisten en un pequeño texto acompañado de un dibujo o un espacio donde apuntar y pegar las letras o sílabas que encontremos. Para las pruebas, se necesitarán varios componentes incluidos en la caja, así como otros elementos que tendrás que preparar cerca de la localización donde te los vayan a requerir, entre ellos el más importante será un bolígrafo y el más gracioso tu ropa interior.
En cuanto a la duración de Smart-games tenemos que diferenciar dos partes: la primera se refiere a la preparación de las pruebas, requerirá aproximadamente algo más de una hora y será llevada a cabo por el organizador. La segunda parte consiste en la resolución de las pistas y el hallazgo del regalo, dependiendo de la habilidad de quien lo resuelva y la ayuda que se le brinde se podrá alargar o acortar un poco. Nosotros acabamos la búsqueda en unos 45 minutos que es lo estimado en la caja. Parece que no tuvieron en cuenta la hora de preparación cuando calcularon el tiempo.
El precio ronda los 13€ en la tienda oficial de Smart-games y nos ha parecido algo excesivo teniendo en cuenta que la caja es pequeña y el contenido es ajustado. Poder usarlo sólo una vez hace que te plantees su amortización. En su favor diremos que cumple sus objetivos con holgura. Pagaremos la profesionalidad y la imaginación necesarias para llevar a cabo esta idea y de las que probablemente no dispongamos. Así como, el tiempo y los inconvenientes que nos ahorramos al organizar un evento de este tipo.
Su mayor valor es que permanecerá grabado en la retina más tiempo por ser irrepetible.
Para obsequiar a la editora jefe del blog (mi pareja) por su incalculable ayuda y apoyo se me ocurrió montar este Smart-games. Busqué el momento perfecto, le había comprado un libro que sabía le haría mucha ilusión y como no era ninguna fecha señalada no se lo esperaría. Escondí las tarjetas por toda la casa según dictaban las instrucciones y preparé los distintos materiales para cuando me los solicitara. Estaba nervioso porque no sabía si saldría bien pero también emocionado por ver su cara cuando descubriera lo que había esperando.
Cuando llegó a casa, le entregué la primera pista, ella altamente sorprendida, comenzó a desentrañar las pruebas una a una. Yo me convertí en observador y la seguía donde fuera para ayudarla si lo necesitaba. Al principio, estuvo desorientada porque no quedaba claro lo que tenía que buscar: pegatinas, tarjetas u otra cosa. La confusión de las primeras tarjetas hizo que se empañara un poco el comienzo. Afortunadamente, más adelante cogió ritmo y no tuve que ayudarla mucho. El pack es nivel fácil, pero algunas pruebas eran complicadas (detalles como desordenar las letras pueden despistar bastante), también dependerá de la dificultad que el coordinador le ponga. Por suerte, las que requerían de nuestra interacción eran más fluidas y divertidas. Cuando las resolvió todas, llegó a la tarjeta de felicitación dónde constaba la ubicación de su regalo. Se cumplieron sobradamente mis expectativas y ambos lo pasamos en grande, lo más difícil fue aguantar las ganas de darle antes el regalo o demasiadas pistas. Una experiencia divertida que endulzó esa ocasión y convirtió mi regalo en una aventura.
A continuación os dejamos el vídeo con motivo de ilustrar nuestra experiencia:
Las sensaciones que deja Smart-games son muy buenas pues utiliza la emoción de dar un regalo, los nervios para que todo salga bien y la ilusión tan dulce de ver cómo te vas acercando poco a poco a la sorpresa final. Sin embargo, puede quedarse corto si quieres desplegar todo tu romanticismo ya que las tarjetas se limitan a remitirte a lugares corrientes sin más. El precio que tiene y los materiales son mejorables, además debemos recordar que sólo tendrá un uso. Por todo ello y recordando con cariño nuestra experiencia voy a darle en consenso con mi editora una puntuación de:
Hablar de Smart-games como un juego no sería del todo correcto, está más cerca de un puzle o un acertijo, nosotros lo hemos denominado en la reseña “búsqueda del tesoro”. Por lo tanto, no concebimos este Smart-games sin un objetivo final: ya sea un regalo, una felicitación, una sorpresa o comunicar un mensaje especial. Al tener un uso tan limitado y una rejugabilidad nula tendremos que saber elegir la situación perfecta. Lo bueno es que a día de hoy hay tres packs Smart-games en el mercado, con lo que puedes elegir el que más se ajuste a tus necesidades. Os animamos a probarlo, ver sus originales ideas y calibrar la dificultad.
Smart-games no es un juego, es una experiencia.
Smart-games no es un juego, es una experiencia.
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