Diseñador: Gali Shimoni y Zvi Shalem
Jugadores: 1 - ∞
Edad: 8-98
Tiempo: 10´
Dependencia idiomática: No (sólo reglas)
Fundas: No.
Fundas: No.
Donde comprarlo: Swish en Zacatrus!
Swish es un juego de cartas para mejorar tu razonamiento espacial. Los más profanos o no iniciados podrían incluso confundirlo con un puzzle y no irían muy desencaminados. El razonamiento o inteligencia espacial nos permite percibir la realidad apreciando tamaños, direcciones y relaciones espaciales. Su uso está muy generalizado: haciendo un pase entre líneas en el fútbol o calculando la trayectoria de una pelota de tenis. Como toda habilidad, puede entrenarse y para ello disponemos de juegos como éste que reseñamos hoy. Nos encontramos ante una evolución del clásico y premiado Set de Marsha J. Falco o del afamado Jungle Speed.
La mecánica se resume en tres simples pasos: Colocar 16 cartas en cuatro filas, buscar un
Swish para quedarte con las que lo compongan y contar los puntos cuando el mazo se acabe. La pregunta clave es: ¿Qué es un Swish? Un Swish se forma apilando dos o más cartas de manera que todos sus puntos estén dentro de círculos del mismo color. Para ello, puedes rotarlas o voltearlas mentalmente, si coinciden gritas Swish! y compruebas. Siendo éste uno de los puntos que más llamaron mi atención, ya que, para encajar los motivos, las cartas transparentes serán un factor imprescindible y desde luego, original. En caso de formar correctamente un grupo podréis quedaros con las cartas que lo compongan en forma de puntos, si no coinciden devuelves una de las acertadas previamente. Cuando dominéis el básico podréis subir la dificultad obligando a amontonar más cartas en cada Swish. El nivel se puede calibrar individualmente en una misma partida para diferentes habilidades, experiencias o edades de cada uno.
El tiempo que requiere es mínimo, la preparación son unos segundos y conforme empezáis a hacer Swish el mazo vuela. Cuando queráis daros cuenta todo habrá terminado y estaréis contando los puntos. Además, para explicarlo sólamente necesitas hacer uno de prueba, con eso bastará para que hasta los más novatos se pongan a buscar como locos combinaciones ganadoras.
Desde una, hasta tantas personas como puedan ver la mesa. La participación y accesibilidad es total. Aun así, lo aconsejable será no excederse de seis para que no sea muy caótico. El modo en solitario consistirá en retarse a uno mismo a encontrar Swish cada vez más difíciles con o sin límite de tiempo.
Un apartado importante en esta reseña es la caja, la cual no dejará indiferente. Su diseño no pasará desapercibido con ese enorme círculo que parece un ojo. Además, no es un detalle trivial ni carente de significado ya que se trata del motivo que hay que completar para hacer un Swish. El contenido de este envoltorio exquisitamente preparado son 60 cartas impresas en plástico transparente, muy vistosas y llamativas. Y una bolsa de tela donde poder guardarlas y transportarlas fácilmente ya que entra en cualquier bolsillo. Aplaudo la elegancia y versatilidad con la que está ejecutado pues puede llevarse a la piscina o a cualquier lugar sin necesitad de forrarse.
El precio puede ser un problema, pagar 18€ por una caja medio vacía con unas pocas cartas es excesivo, aunque las calidades sean muy buenas. Por eso, os aconsejo que os aseguréis de que os gusta y no lo vais a dejar cogiendo polvo. Aun así, os garantizo que no os arrepentiréis de la compra.
Desde pequeño siempre me han gustado todas estas pruebas de razonamiento donde tienes que imaginar y visualizar lo que no puedes ver. Por eso, me enganché desde la primera vez que probé un juego de este tipo, o sea de reconocimiento de patrones, donde mentalmente buscas una secuencia concreta. Desafortunadamente, es difícil encontrar el momento para darles uso. Sin embargo, Swish es diferente, me he acostumbrado a llevarlo encima y sacarlo a la menor oportunidad. La acogida suele ser muy buena independientemente del género o la edad, aunque siempre puede haber gente que no lo pille y se aburra. Al enseñarlo a principiantes, tiendo a quedarme en segundo plano observando cómo se desarrolla la partida, motivándolos con algún Swish si se atascan. Es muy divertido gracias a los grandes piques que generará y a su notable uso pedagógico. Valiéndome de estas consideraciones, en mi escala personal, Swish consigue una alta puntuación:
Mi recomendación es total, tanto para familias con niños o ancianos con los que poder jugar aumentando progresivamente el nivel de dificultad, desarrollando un aprendizaje significativo a la vez que favoreciendo una sana competición. También aconsejable para grupos que quieran rellenar entre otros títulos más densos o que dispongan sólo de un corto espacio de tiempo y necesiten algo sin un extenso montaje. Como consejo personal, las ludotecas deberían ofertar este tipo de entrenamiento lúdico y así favorecer el crecimiento intelectual de sus usuarios.
Para aquellos que hayan disfrutado con Swish y busquen nuevos retos los remito al catálogo de Thinkfun (Mercurio aquí en España como su distribuidor oficial), su meta es ejercitar la mente de su público mientras los divierten. Podemos encontrar otros ejemplos de ésto donde las matemáticas y el razonamiento cobran protagonismo como Math Dice o Robot Turtles, así como intrincados desafíos espaciales como Gravity Maze.
¡Busca, Gira y Apila!
Para aquellos que hayan disfrutado con Swish y busquen nuevos retos los remito al catálogo de Thinkfun (Mercurio aquí en España como su distribuidor oficial), su meta es ejercitar la mente de su público mientras los divierten. Podemos encontrar otros ejemplos de ésto donde las matemáticas y el razonamiento cobran protagonismo como Math Dice o Robot Turtles, así como intrincados desafíos espaciales como Gravity Maze.
¡Busca, Gira y Apila!
Pocas cartas, precio excesivo, no gusta por igual, a veces acaba demasiado pronto.
Muy interesante el juego y buena reseña aunque me he quedado con una duda: ¿es apto para daltónicos?
ResponderEliminarYo también me planteé esa duda, pero lamentablemente no lo he podido probar con ninguno.
EliminarLo que si estoy seguro es que los colores son una ayuda pero no algo imprescindible. Cada color siempre está en la misma posición, por ejemplo, los azules están en las esquinas mientras que los morados están en el centro.
Por lo tanto, al colocarlo es imposible que falles con el color. Por eso, yo si creo que es apto para daltónicos.