Especial "Tocando el timbre", Parte 2: Batti Burri


Nombre: Batti Burri
Diseñador: Haim Shafir
Editado por: Mercurio
Jugadores: 2 - 4
Edad: +5
Tiempo: 15´
Dependencia idiomática: No
Fundas: No.
Precio aproximado: 18€

Toda la vida en mi casa se ha utilizado la palabra batiburrillo para describir una mezcla de cosas revueltas, sin orden e inconexas. Creo que el nombre a este juego le viene como anillo al dedo, ya que en cada carta aparecen tres objetos distintos sin ningún tipo de relación. Para aderezar este caos añaden también un timbre.

La partida se resume en intentar crear una fila de siete cartas, de manera que cada una comparta, al menos, un objeto con sus vecinas. El primero que termine correrá a tocar el timbre y si su fila está correcta se podrá quedar con esas cartas. En caso contrario, las devolverá y empezará de nuevo, las reglas dicen que ese jugador se elimina de la ronda pero nosotros creemos que es mejor darle otra oportunidad. Se sigue jugando hasta terminar con las 80 cartas.


Aunque vaya dirigido a un público infantil a mí me encanta y la gente, ya mayorcita, con la que lo he probado también piensa igual. Hay veces, no importa la edad, que apetece desconectar y jugar a algo sencillito y entretenido. Cuando suena el timbre y te quedas a una carta de ganar no puedes más que reír o achacárselo a una "desaparición de los paraguas", además de la tensión que liberas cuando aporreas el timbre, son sensaciones que disfruta cualquiera. A diferencia de Halli Galli, aquí la rapidez de reflejos será importante mientras recolectas las cartas pero no al tocar el timbre. Eso lo hace más dinámico y también más estresante. 

Al igual que sus hermanos, Batti Burri también tiene un componente pedagógico importante. Los niños aprenden a comparar figuras complejas mientras se divierten. Éstas son muy representativas y claras lo que atraerá su atención facilitando su asimilación y la realización de series gráficas; desarrolla la memoria y el reconocimiento de patrones entre otras capacidades, así como pone en práctica conceptos espaciales como delante o detrás.

Ya sea para calentar motores antes de juegos más densos o simplemente para cuando nos apetezca reírnos Batti Burri funciona a las mil maravillas. Perfecto para desconectar un rato, se prepara y se explica en nada, teniendo a la gente enseguida enganchada buscando cartas. También será estupendo cuando haya niños, serán incansables buscando las combinaciones adecuadas.

Cuidado con las puntuaciones, en especial con niños pequeños, porque puede ser frustrante no conseguir nada o no encontrar el objeto que necesitas para terminar tu serie. Una pequeña adaptación de las reglas soluciona el problema, podemos disfrutar del juego sin tener en cuenta quien consigue más o menos cartas, o simplemente devolviéndolas siempre al centro. Sin embargo, si prefieres añadirle más peligro a la mezcla puedes optar por permitir el robo de objetos entre vecinos, lo que produce un caos trepidante que aumentará la dificultad y la duración de la partida.


Para nosotros se está convirtiendo en un imprescindible, siempre hay tiempo para sacarlo y jugar una al menos. Batti Burri es el aperitivo perfecto. En cuanto te ven desparramar las cartas sobre la mesa y colocar el timbre en medio ya los tienes ganados. Puedes ver como el cachondeo que destilan las primeras rondas se transforma rápidamente en nervios y piques buscando ese helado o ese perro que falta.

Ordenar este Batti Burri no va a ser una tarea fácil.


Dinámico, sencillo y muy divertido. Para todos los públicos.

2 comentarios:

  1. Este juego tiene pinta de ser un locurón. Lo que sugieres de "mangar" las cartas al vecino puede acabar con muchas familias XD Como siempre estupenda redacción y magnífica entrada; ya estoy esperando la próxima de la serie. ¡Nos leemos!

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    1. Prueba este tipo de juegos, tienen que funcionar genial en las presentaciones. Imagínate el Continental sonando al son de los timbres XD

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