Zona Lúdica 2015 - Parte 2

SABADO

Ya habíamos cruzado el ecuador de las jornadas y eso me pasaba factura. El sábado me levanté con las sabanas pegadas aunque seguía muy animado ante la perspectiva de otro día de vicio lúdico. Esta vez tocaba empezar con el torneo de Kepri.

Es un juego con mucha estrategia y lógica que destila en una mecánica muy simple, las partidas son intensas y los entreturnos sirven para desconectar pues cambia tanto la situación que es imposible predecir los movimiento cuando te vuelva a tocar. El torneo consistió en dos partidas, la primera fue una toma de contacto y conseguí ganar mientras los otros dos se peleaban obviando al "novato". La segunda decidiría el vencedor del torneo así que nos pusimos serios, la concentración y la tensión en cada turno era palpable y aunque acabé perdiendo me dejo buen sabor de boca. Parecido a juegos clásico como las damas pero con puntos, incluso podría jugarse en el mismo tablero ya que el tema flojea. Aun así, me pareció muy sugerente el crear un juego tan básico y que derive en partidas tan igualadas y entretenidas.


No podía irme de Zona Lúdica sin ver a Javier de Blauberry, que muy amablemente me enseñó ArchitecTown. Un juego de habilidad y reflejos reconociendo patrones geométricos, para distinguirse de títulos similares como Jungle Speed o Gloobz introduce el color como otro factor a tener en cuenta. Para coger los prismas del centro de la mesa (gris, naranja, morado y verde) habrá que mezclar los colores de las figuras de las cartas. Por ejemplo, cuando haya una carta con un prisma azul y otra con uno rojo tendremos que coger el morado. Un cambio de chip interesante que me tuvo toda la partida concentrado pues no era tarea fácil ver las formas y colores a tiempo, al final Javier acabó ganado con una ventaja moderada. No podría acabar sin alabar el trabajo de Gonzo Brios en cuanto al diseño pues se puede sentir el espíritu arquitectónico y los guiños con sus simpáticos obreros que están muy en su linea.


La hora de comer se acercaba cuando me hicieron una oferta que no pude rechazarOmertá, el poder de la mafia saciaría mis apetitos por el momento. Me acompañaron XusOcéano de juegos y su mujer. La explicación fue larga, sin embargo era motivador escuchar a Rodrigo hablarnos con esa ilusión de su juego.

Durante la partida me centré en mi objetivo secundario, debido a la cantidad exagerada de dinero que requería el principal. Empezamos tranquilamente a asaltar locales, robar y cobrar nuestros negocios ilegales. Después de unas ronda empezamos a despuntar algunos lo que propició ataques cruzados que me dieron la oportunidad de arrebatar un distrito que necesitaba para completar un objetivo. Una vez cumplido, descubrí que el segundo sólo requería asaltar un local bastante fácil. Así que, un turno después ya estaba robando el tercero que casualmente ya tenía cumplido. Tuve la suerte de mi lado al elegir mi camino. Un juego a tener en cuenta, con una producción sublime y una ambientación envidiable. La estrategia y las decisiones que tomes serán cruciales, sin olvidar la suerte, muy discreta pero siempre presente.


Por fin, desde que vi el jueves a Manu Palau pude probar su nuevo prototipo Mix It, que está ahora mismo en imprenta pero que podría llegar a las tiendas en julio. Fue el año pasado cuando conocí a Manu y su Ikonikus en Tierra de Nadie. Ahora vuelve a la carga con otro juego de cartas de corte infantil pero que según pudimos comprobar in-situ gusta mucho también a los mayores. Las cartas representan las partes (cabeza, torso y pies) de un extraterrestre, cada uno dispondremos de un diseño que tendremos que completar colocando las cartas de tu mano o moviendo las que hay ya colocadas en dos modelos disponibles en la mesa. Cuando completes el diseño obtendrás un punto y cogerás otro, el primero que complete tres gana. Aún tendría que probarlo más y con más gente pues sólo tengo estas primeras impresiones pero puedo deciros que fueron muy buenas, muchos diseños distintos y muy originales, fácil de aprender, rápido de jugar y muy entretenido. Desde aquí nuestro apoyo a Manu y a Brain Picnic que esperamos tengan mucho éxito.


Para acabar el sábado fuimos a ver la grabación del programa que hicieron juntos Análisis Parálisis y Días de Juegodos canales que están en plena expansión, uno de vídeo y otro de podcast. Fue muy divertido verlo en directo, son un espectáculo: preguntas incómodas, como se hace el juego en el cartel de Zona Lúdica, improvisaciones de Gonzo, conversaciones off the record y sorteos entre los oyentes allí presentes. Como todo buen show hay que decir que  mejor en directo.




Así hubiera acabado un sábado redondo pero la cuenta atrás para marcharnos avanzaba inexorablemente así que estaba decidido a aprovechar el tiempo que nos quedaba al máximo: Seven WondersDead of Winter y Spartacus desfilaron esa noche hasta el amanecer con los amigos. Casi era la hora de desayunar así que me fui a la cama para dormir una hora, lo suficiente para mantenerme lo que quedaba de jornadas en pie.

Extenuado después de desayunar un café Lázaro (como diría @gwenhwyvar_) llegué donde Alejandra, la simpática dependienta de la tienda Juegos de la mesa redonda, que era la organizadora del torneo de Gloobz, desafortunadamente no se había apuntado nadie, todos estaban aún durmiendo. Me di un paseo para buscar gente que se apuntara y afortunadamente me encontré con Agustín, de la tienda Edición Limitada que había coincidido conmigo en todos los torneos de las jornadas y sin dudarlo se apuntó con su mujer. Cuando llegamos al stand ya éramos suficientes y nos lanzamos a machacar a estos simpáticos Gloobz. Era mi primera partida y el cerebro no me funcionaba correctamente, debido en parte a la falta de sueño, así que no conseguí apenas puntos quedando eliminado a la primera de cambio. Aun así, disfrute mucho viendo la final que tuvo una última ronda de infarto, quedando Agustín a un punto de la victoria después de agarrar 5 de los 6 muñecos de una vez. El juego tiene una mecánica salvaje y veloz parecida al jungle speed, pero sus piezas muy sabiamente están hechas de goma lo que evita posibles golpes (pero no los arañazos de los rivales). Es de esos juegos que a veces se disfruta más quedándose al margen y viendo cómo los demás se sacan los Gloobz.


Nos quedaban sólo unas horas y había que aprovecharlas. Dado que llevábamos días sin movernos de la silla Agustín cogió el Kubb que tienen allí. Kubb es un juego de origen vikingo en el que trabajamos nuestras habilidades de puntería, coordinación y control de la fuerza. Formamos dos equipos donde tirábamos 3 veces cada uno por ronda, Agustín Rally contra Duli y yo. La primera partida pasó volando porque estuvimos muy acertados y derribamos al rey casi sin esfuerzo. Ya que habíamos montado todo el tinglado echamos la revancha y como es lógico nos confiamos, ellos habían cogido la medida y si no tiraban nuestros kubbs al menos pasaban cerca. Al final se llevaron la victoria y nos propusieron el desempate.

A esta altura, todos habíamos cogido mucha destreza y nuestra puntería había mejorado considerablemente. Entonces ocurrió algo, sus tiros pasaban rozando los kubbs pero ninguno los derribaba, turnos desaprovechados en los que no le daban a nada, parecía que la suerte se burlara y nos permitiera recuperar la ventaja perdida poco a poco. Después de un rato lamentándonos por los fallos, tampoco estábamos muy acertados nosotros, fuimos acercándonos al rey hasta que lo derribamos ante el estupor de Agustín que no se explicaba cómo había podido ocurrir eso. Una maravilla para jugar al aire libre, hacer ejercicio y mejorar tu escalón social como vikingo.


Enseñando las reglas del Piko Piko llegó la hora de la clausura. Emociones a flor de piel, caras largas por tener que irse pero también alegre por las experiencias acumuladas y por los posibles premios y regalos que podrían llegar. Se hizo la gala muy amena y entretenida viendo caras amigas recibiendo juegos nuevos, yo gané un King of Tokyo en el torneo de Gardens, pero como ya lo tenía me lo cambiaron por Super Fantasy: el ataque de los morrofeos. Y para acabar, el tradicional sorteo entre los allí presentes de muchos juegos. Desafortunadamente, no me tocó nada pero me fui de allí radiante de felicidad y esperando que lleguen las próximas. Si no habéis ido nunca y aún después de todo lo que os he contado tenéis dudas, ¡NO LAS TENGÁIS! no os arrepentiréis y seguro repetiréis.

Este año me he familiarizado con los nombres y las caras que más suenan en el mundillo lúdico y he tenido el inmenso placer de conocer en persona a muchos de ellos. La oportunidad perfecta de codearme con los referentes de la comunidad lúdica y colegas que se hallan tras los logos o voces que tan bien conocemos. Gracias a todos por brindarme tan cálida acogido, ha sido un auténtico privilegio poder compartir juegos y risas con vosotros. Nos vemos el año que viene o en las Jornadas Tierra de Nadie

Para acabar os dejo una muestra de alguna gente que nos acompañó esos cuatro días.



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